Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤
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jueves, 30 de abril de 2020

Herencia génetica en adiccciones...

El riesgo de adicción a las drogas se hereda

 Un estudio realizado en más de 18.000 niños adoptados concluye que la vulnerabilidad a las drogodependencias está influida por la genética. Los resultados mostraron que es casi el doble en los niños adoptados cuyos padres biológicos, al menos uno de ellos, consumieron sustancias con respecto a los que no (8,6% frente a 4,5%).

https://www.agenciasinc.es/Noticias/El-riesgo-de-adiccion-a-las-drogas-se-hereda 


FAMILIA
https://www.nacion.com/ciencia/herencia-genetica-abre-las-puertas-a-adicciones/S7KMHGFRKFH7NJZCBVTWZEO3LA/story/


Efecto paterno del consumo de cocaína sobre la descendencia

https://genotipia.com/genetica_medica_news/efecto-paterno-cocaina/ 

miércoles, 30 de octubre de 2019

Un padre publica una advertencia desgarradora después de perder a su hijo por sobredosis de droga

Mike Stollings perdió a su hijo de 20 años, pero juró no dejarse vencer por el dolor. En cambio, decidió alertar a los demás del horror que le tocó vivir y tratar de salvar vidas.
Stollings subió a Facebook una escalofriante imagen de Jeramie Ratliff, pocas horas después de que el cuerpo de su hijo llegara a la funeraria.
Encontró la valentía de publicar la foto online sabiendo que puede ayudar a otros padres a evitar la devastadora angustia de perder a un hijo.
Jeramie murió de una sobredosis de droga después de una larga lucha contra la adicción.
Fue sometido a un tratamiento, pero nunca pudo deshacerse de este hábito mortal. El joven al final sufrió una sobredosis de jarabe para la tos, dejando sin padre a un hijo de 10 meses.
Esto es lo que Mike Stollings publicó en Facebook cuando publicó la foto de su hijo en el obituario:
“Echemos otro vistazo a lo divertidas que son las drogas………………………………. este es mi hijo aproximadamente una hora después de que la funeraria lo llevara el lunes por la tarde. Cuando murió, estuvo botando sangre por los oídos y tenía sangre en el pelo y espuma en la boca. Fueron lo suficientemente amables como para limpiarlo antes de que llegáramos. Su cuerpo estaba helado porque lo mantuvieron en el refrigerador. Mi hijo frío, muerto. Padre de un niño de 10 meses.
Nieto de 3 abuelos vivos. Hermanastro de 2. Medio hermano de 3 hijos de 2 padres vivos y un padre adoptivo que ayudó a criarlo desde pequeño. Todos completamente devastados. Bueno, el pequeño Asher es demasiado joven para saber lo que está pasando pero vivirá su vida preguntándose cómo sería conocer a su padre. Como muchos de ustedes saben Jeramie era muy abierto acerca de su relación con el LSD.
Estaba un poco más callado sobre su amor por el Dextrometorfano. A pesar de los ruegos y las súplicas mías y de muchos otros en su familia, él anhelaba el viaje y estaba obsesionado con eso………… mira, sé que no todo el mundo que toma drogas va a morir por eso. Pero le sucede a muchos”.
“Jeramie pensó que lo tenía bajo control. Él pensó que era más inteligente que la droga y tenía más control que la droga. Ahora está en un refrigerador en una funeraria de Englewood. Ahora la gente está en camino por todo el país para despedirlo. Ahora mi familia tiene que gastar más de 5000 dólares en gastos funerarios. Ahora nunca podré caminar con él o practicar motocross con él.
Él nunca podrá llevar a su hijo a acampar……………… a aquellos de ustedes que la usan solo para divertirse un poco aquí y allá. No tienes que usarla, pero te gusta divertirte un poco. Piensa por un segundo en que hay quienes te rodean con problemas mentales más grandes. Como Jeramie, llevaba un equipaje mental que ni yo puedo entender. Festejando con estas personas, los animas y les permites usar las drogas como una forma de escape.
Esa es la última cosa que necesita la gente como esta. Esta gente necesita ayuda de verdad. Estas personas necesitan aliento para sanar de manera saludable. Necesitan sentir amor genuino y ánimo que los anime a levantarse, no aliento para drogarse de nuevo.
Piensa en la influencia que tienes sobre esta gente. Piensa en el camino de destrucción que queda atrás…………… Gente, aprendan de esto. Ayuda a hacer algo positivo de esta tragedia. Aléjate de este estilo de vida. Encuentra a alguien que te ame y pídele ayuda”.
 “No dejes que esto se convierta en ti. No le hagas esto a tu familia. Usa nuestro dolor y angustia. Aprende de él. Recurre a alguien que amas. Consigue ayuda. Si no tienes a alguien pienso que puedes enviarme un mensaje. Haré todo lo que esté en mi poder para ayudarte. No es demasiado tarde para salvarte a ti y a tu familia de repetir este horror. Créeme cuando digo que no quieres experimentar esto y no quieres que tus seres queridos tengan que experimentar esta angustia”.
Declaró a WHIO que siempre pensará en lo que podría haber hecho.
“Pasaré el resto de mis días en esta tierra desgarrando mi cerebro tratando de averiguar qué debería haber hecho diferente”, enfatizó.
Stollings también advirtió a otros padres sobre los peligros de una droga como el jarabe para la tos que su hijo tomó en exceso.
“Nadie piensa que alguien compra pastillas para el resfriado”, le dijo Stolling a SF Globe. “No es como caminar con agujas de heroína en los brazos o caminar por Walmart fumando una pipa de crack”.





https://es.theepochtimes.com/un-padre-publica-una-advertencia-desgarradora-despues-de-perder-a-su-hijo-por-sobredosis-de-droga_195731.html

martes, 1 de octubre de 2019

¿Cómo actuar? La culpa


S
ospechamos que nuestra hija toma pastillas, creemos que son éxtasis… ¿Por qué toma esas cosas? ¿Qué hemos hecho mal? ¿Será culpa nuestra? A lo mejor son sus amigos que le provocan para que tome drogas… No sabemos qué hacer, estamos como paralizados.
Sospechar que vuestro hijo o hija toma drogas no es fácil de afrontar. Normalmente los padres y las madres tenéis miedo, y sentís que es una situación para la que no estáis preparados. En estas situaciones es muy habitual que surja la culpa: ¿quién tiene la culpa de que nuestro hijo o hija tome drogas?
¿Qué es la culpa?
Sentirse culpable uno mismo, o echar la culpa a los demás es un sentimiento muy frecuente. Suele surgir en situaciones dolorosas, que son difíciles de aceptar y afrontar.
¿La culpa es buena o mala? La culpa siempre lleva asociado un significado “negativo”, pero tiene algo “positivo”:
  • Al principio, cuando se busca al “culpable” de que el adolescente tome drogas (sus amigos, su padre, su madre, etc.) parece que se soluciona el problema (aunque en realidad no es así).
  • En estas situaciones de dolor se suele sentir impotencia: “Mi hijo se droga, ¿qué puedo hacer? No puedo hacer nada”. La culpa alivia ese sentimiento de impotencia, da la sensación de que, por lo menos, estamos haciendo algo: buscar a la persona culpable…
Pero eso es solo en los primeros momentos porque la culpa también tienes aspectos negativos:
  • Inmoviliza. Cuando se siente culpa es más difícil avanzar porque no se pone atención en buscar soluciones, al contrario, se gasta energía en buscar culpas.
  • Se pierde el control. Cuando se siente culpa, o cuando cree que otra persona es la culpable, es más difícil mantener el control y la tranquilidad.
  • Debilita. Sentir culpa o buscar al culpable gasta mucha energía y al final se está más débil.



¿De quién es la culpa?
Es muy habitual que cuando pensáis que vuestra hija o hijo sordo toma drogas empecéis a pensar: ¿por qué? ¿de quién es la culpa?. Estas son algunas de las situaciones o pensamientos que soléis tener los padres y las madres:
  • La culpa es de las drogas. A veces, se piensa que la culpa es de las drogas, que son malas, y no deberían existir. O también que es culpa de las personas que las venden.
  • La culpa es de nuestro hijo (o hija). Podéis pensar que la culpa es de él o de ella, porque aunque hay drogas y hay gente que le pueda ofrecer, es él o ella quien tendría que decir “no”.
  • La culpa es de sus amistades. Otro pensamiento habitual es que son sus amigos y sus amigas los culpables, porque le provocan para que tome drogas.
  • La culpa es de su padre o de su madre. Muchas veces pensáis que la culpa “es del otro”, del padre, o de la madre: porque siempre ha sido “muy blando”, o porque ha sido “muy dura”, o porque “no ha sabido educarle bien”, etc.
  • La culpa es mía. Este pensamiento es muy habitual, sentir que la culpa es de uno mismo “porque no he sido un buen padre o una buena madre”, y “no he sabido educarle bien” o “no me he dado cuenta antes del problema”.
    Pensar quién tiene la culpa no ayuda mucho y es muy difícil (o casi imposible) saber quién tiene la culpa. Son muchos factores y muchos motivos “los culpables” de que un adolescente tome drogas… así que mejor no buscar culpables ¿verdad?
¿Culpa o responsabilidad?
Es posible que sigáis pensando que la situación no está bien, y que alga habéis hecho mal ¿verdad? ¿Creéis que lo podríais haber hecho mejor? Es mejor pensar en qué responsabilidad tenéis como padres y madres en esta situación, es decir, qué podéis hacer al respecto. Si pensáis en que la culpa es vuestra será muy difícil que busquéis soluciones.
¿Y entonces qué hacemos?
Es importante saber qué es la culpa y ya sabéis que tiene efectos negativos, pero ahora seguro que necesitáis saber qué podéis hacer cuando sintáis culpa porque vuestro hijo o hija toma drogas, o porque sospecháis que lo hace.
  • Necesitáis tiempo. En normal que si sospecháis que vuestro hijo o hija toma drogas (o estáis seguros de que usa drogas) os sintáis perdidos y penséis que alguien tiene la culpa. Necesitáis tiempo para asimilar la situación, para tranquilizaros y empezar a afrontar la situación.
  • Aceptar la realidad. A veces cuesta un poco aceptar la situación, pero lo importante es ponerse manos a la obra: charlar con vuestro hijo o hija, saber cómo se siente, descubrir qué está pasando en realidad, etc.
  • Hablar con otras personas. A veces es bueno hablar con otros padres y madres que han pasado por una situación parecida, seguro que os daréis cuenta de que nadie tiene la culpa y os tranquilizará mucho. En algún centro especializado en prevención de drogas os podrán ayudar.
  • Expresar cómo os sentís. Seguro que os sentís confundidos, y tenéis mucha mezcla de sentimientos: culpa, miedo, tristeza, preocupación, etc.Expresad cómo os sentís os ayudará mucho: con vuestra pareja, escribirlo en un papel o en un diario, hablarlo en un grupo de padres y madres, etc.

  • No decirle que él o ella es el culpable. Cuando un adolescente toma drogas, la mayoría sabe que no está haciendo algo bueno y se sienten un poco culpables. Si, además, su padre o su madre le echa la culpa será peor. Intentad expresaros así: “Me duele que tomes drogas…” “Me molesta que fumes porros…” “Estoy preocupado porque creo que tomas éxtasis…” Así no se sentirá tan culpable y será más fácil encontrar una solución.
Comunicaros bien con vuestro hijo o hija es muy importante. En la sección Comunicación en la familia encontraréis más información sobre ese tema.
  • Utilizad un lenguaje positivo. Es mejor pensar en lo que podéis hacer juntos, en lo positivo que tiene vuestro hijo o hija. Mirad algunas frases negativas, típicas de padres y madres: “Estás acabando con nuestra vida…” No tienes solución…” “Tu madres está fatal por tu culpa…” Ahora mirad estas frases, pero más positivas: “Confiamos en ti…” “Juntos podemos solucionarlo, ya verás…” “No voy a permitir que hagas eso…” No es necesario mentir, ¡claro que no!, pero este tipo de mensajes y de frases son mucho más constructivas ¡y son verdad!
  • Buscar soluciones. ¿Ya os sentís un poco mejor? Pues empezad a ver qué podéis hacer, seguro que eso hará que os olvidéis de la culpa. En esta página web estáis aprendiendo mucho, y en algún centro especializado en este tema podéis pedir que os orienten para saber qué hacer.
RECORDAD: Sentirse culpable de que vuestro hijo o hija tome drogas (o pensar que la culpa es de otra persona) es algo normal y muy habitual. Ahora ya sabéis que es muy difícil encontrar la causa o la culpa, así que es mejor no gastar energía… Necesitáis un poco de tiempo para asimilarlo y tranquilizaros, después pensad en qué es lo que podéis hacer: hablar y escuchar a vuestro hijo o hija, buscar asesoramiento, etc.

Mi hijo (o mi hija) dice...
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viernes, 28 de diciembre de 2018

Cómo decir no a las drogas y al alcohol

Para decirle “No” a las drogas y al alcohol, es necesario tener una razón y que esa razón debe ser que hay actividades más interesantes y productivas para realizar. También es útil tener una respuesta a las personas que te ofrezcan esas sustancias. Sé fuerte, pues a veces tendrás que mentir sobre cuántas drogas has consumido esa noche (por ejemplo "Ya he consumido suficiente esta noche" o "Lo siento amigo, no va con mis pulmones, tengo problemas de asma"). Cuando rechaces un ofrecimiento, mantente fuerte pero calmado, ya que volverte muy agresivo al rechazarlo puede desatar consecuencias; para la persona que te lo ofrece puede tener una interpretación diferente. Además, ten en mente que la gente que te ofrece drogas probablemente las esté consumiendo.

PASOS:

1
Ten en cuenta que abusar de las drogas puede llevar a eventos devastadores en la vida de las personas. Esto puede incluir la cárcel, el desamparo, los problemas médicos graves (mucha producción de serotonina) e incluso la muerte.
2
Piensa en las otras cosas en tu vida que puedes lograr tales como las actividades que son más enriquecedoras que las drogas. Tal vez puedas invertir en una carrera o tocar un instrumento. Las drogas pueden destruir relaciones familiares, así que dedica tiempo para fortalecer la relación con tu familia y amigos.

3
Examina todas tus actividades detenidamente para ayudarte a descubrir qué es lo que quieres en la vida. Piensa en los cumplidos que has recibido al utilizar tus habilidades, las recompensas por perseguir una carrera interesante o cuánto significa tu autoestima para ti. Escribe tus metas y busca cumplir tus objetivos. No los pongas muy altos, asegúrate de que sean razonables, o solo te molestarás contigo mismo por fallar.

4
Compara los resultados, de corto y largo plazo, de tu nuevo estilo de vida. Si estabas consumiendo drogas el resultado nunca podría ser tan bueno como ahora.

5
Ten en cuenta que disfrutar y perseguir nuevos intereses en la vida es más satisfactorio y fácil (a largo plazo) que abusar de las drogas.

6
Prepárate para la ocasión en que algún desconocido te ofrezca drogas. Puede ser en una esquina o una fiesta. Por ahora, debes poder decirle a la persona porque eliges rechazar o elegir no participar en lo que te ofrece. Si tienes un momento de debilidad y eliges probar las drogas de nuevo, primero piénsalo cuidadosamente. En segundo lugar, asegúrate de que estén en un ambiente seguro con gente que quieres y confías.

7
Intenta relacionarte con gente que no usa drogas, y evita situaciones en que puedan consumirse y te puedan ofrecer. Intenta involucrarte en actividades que hagan más complicado el consumo de drogas, como manejar, platicar con alguien por teléfono, aprender algo nuevo o trotar.

8
Ten un buen amigo con el que puedas hablar sobre la situación en la que puedas estar tentado a tomar drogas. Esto te ayudará a superarlo y darte retroalimentación positiva de alguien que se preocupa genuinamente por ti.

9
Recuerda que el futuro está lleno de posibilidades y abusar de las drogas puede quitarte muchas cosas bellas en la vida.


10
Observa la lista de personas que han sido destruidas, incluso asesinadas, por las drogas. Solo porque una estrella de rock, un actor o un amigo las consuma no los hace geniales, tú debes hacer tu propia decisión. Por cada estrella que se ve genial consumiendo drogas, hay uno en rehabilitación o ha muerto.

11
Perdónate si sientes que cometiste un error al consumir drogas. Si no te equivocas en la vida, ¿cómo vas a aprender? Acepta tus errores y no seas hipócrita cuando la gente a tu alrededor cometa el mismo error. Lo que importa es lo que está delante de ti, no lo que hay en tu pasado. El pasado te ha enseñado lecciones invaluables. Aprender de tus errores te hace una persona más fuerte hoy.

12
Solo di NO. Asegúrate de ser firme y fuerte en tu decisión. Si aparentas debilidad, la persona que te ofrece la droga lo notará.

13
Aléjate. Intenta perderlos por completo. Encuentra un lugar acaudalado o busca uno donde puedas encontrar a alguien responsable. Si estás en la escuela, busca a un maestro. De lo contrario, vuelve al paso 3.

14
Cuéntaselo a un adulto. Asegúrate de contarle a la persona correcta sobre tu encuentro. Dale todos los detalles que puedas.

15
Llama a la policía o alguna persona con autoridad. Este paso es necesario si no estás en la escuela. No obstante, es importante realizar el paso dos antes de llamar a la policía. Si te escuchan, podrían volverse violentos o agresivos. Si tienes un problema grave y es necesario la presencia de las autoridades, utiliza los siguientes números para comunicarte directamente con la policía.
·        España: Ayuda a niños y adolescentes a los teléfonos = 600-50-51-52 o 91-726-01-01; policía = 091
·        México: número de emergencias = 060
·        Colombia: número de emergencias = 123; Policía Nacional de Colombia = 157
·        Argentina: Policía Nacional de Argentina = 101; Consejo nacional del menor y la familia =102
·        Perú: Policía Nacional = 105; emergencias = 911

16
Evita futuros encuentros. Debes evitar a la persona que te ofreció drogas a toda costa. Es recomendable evitar el lugar en dónde la encontraste.

17
Cambia el tema. Por ejemplo, puedes decir algo como “No gracias, mejor vamos a jugar fútbol”.
18
Establece un hecho. Por ejemplo, puedes decir lo siguiente: “No gracias, ¡mis papás me castigarían de por vida!”.

CONSEJOS


 ·        Piensa en lo que te gusta más. Disfruta la vida.
·        Puedes triunfar sin importar lo que hiciste en el pasado.
·        Ten en cuenta de que puedes crear tu propia “reacción” al darle importancia a los planes que tienes en el futuro.
·        Examina detenidamente lo que te hacía sentir importante en el pasado.
·        Ten en cuenta que tu mente tratará de recurrir a una dependencia para eliminar otra. Por ejemplo, en ocasiones, las personas que dejan de fumar comienzan a comer. Asegúrate de no caer en otra adicción, pues eso solo resolverá un problema produciendo otro.
·        Puedes comenzar un grupo de apoyo con tus amigos que no consumen drogas.
·        Ten la voluntad y la confianza para saber que no necesitas drogas.
·        Ten actividades e intereses que no involucren drogas o alcohol.
·        Ten en cuenta tus talentos y habilidades. Escribe todo lo que has logrado para que puedas pensar en ello en momentos de problemas. Ten esperanza.
·        Solo recuerda que las drogas son malas; dilo en tu cabeza una y otra vez. Si estás en una situación complicada con un proveedor de droga que intenta persuadirte para consumir de nuevo, solo di que no. Incluso probar las drogas una vez, o probar un poco, te puede hundir en ellas. No seas rudo. Solo di que no de una manera cortés.

 ADVERTENCIAS

·        Si es necesario, busca asistencia médica o tratamientos para dejar las drogas, porque puede ser peligroso y afectar tu vida.
·        Intenta no ponerte en situaciones en donde las drogas estén involucradas.
·        Evita las fiestas y reuniones sociales donde se consuma drogas.
·        Si tú o alguien que conoces tiene problemas con el consumo de drogas, visita el sitio web de la Comisión Nacional contra las Adicciones (México), la Comisión Asesora de Política de Drogas en Colombia (Colombia), el Observatorio Argentino de Drogas (Argentina) o la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Perú).


jueves, 29 de noviembre de 2018

El porqué de las adicciones


“Toda adicción surge de una negativa inconsciente a enfrentar el dolor y salir de él. Toda adicción comienza con dolor. No importa a qué sustancia sea usted adicto: alcohol, comida, drogas legales o ilegales o una persona. Usted está usando algo o a alguien para ocultar su dolor.”
Eckhart Tolle

lunes, 22 de octubre de 2018

Víctimas, no viciosos

Viaje al cerebro de un drogadicto La investigadora Nora Volkow habló de sus revolucionarios estudios sobre farmacodependencia.



Nora Volkow tenía 4 o 5 años cuando, entre las plantas del jardín de su casa natal en Coyoacán, se sentaba a ver caminar las colonias de hormigas en fila india. Le parecía fascinante: su mente le decía que ese desfile no era casual.
Después, en su adolescencia, ella y sus tres hermanas pasaron muchas tardes guiando a visitantes por la casona. Era Ciudad de México y despuntaban los años 70. La vivienda era histórica: aquí habían asesinado, en 1940, a uno de los tres líderes de la revolución rusa. Nora creció con conciencia de venir de una familia protagonista de la historia: el líder asesinado era su bisabuelo León Trotski.
Desde que observaba hormigas y a la gente en la calle –le fascinaba la interacción humana–, Nora Volkow vio transcurrir medio siglo. Y hoy, a los 59 años, convertida en una de las grandes expertas en el estudio del cerebro y referenciada por muchos como la mayor especialista en adicciones del mundo, vuelve a su infancia para explicar su camino en la investigación.
“Por nuestra historia y la tragedia que mi familia vivió en Coyoacán, todos aprendimos que cada ser humano es responsable de sí mismo, pero también de la humanidad. Hacer ciencia es ampliar el conocimiento, y yo me propuse generar avances científicos no solo para Estados Unidos, no solo para México, sino para todo el mundo. El cerebro humano ha sido mi campo de estudio. Y hemos avanzado”, afirma.
En el 2007, Time la nombró entre las 100 personas más influyentes del planeta. Ese año, el editor de la revista, Richard Stengel, explicó: “Esta lista la componen personas cuyas ideas, ejemplo, talento y descubrimientos han transformado el mundo en que vivimos”. Ese mismo año, Volkow fue reconocida por Newsweek; en el 2009 y el 2011, por Washingtonian Magazine y, desde el 2000, por U. S. News & World Report.
Víctimas, no viciosos
Esta psiquiatra y neurocientífica, que trabaja en investigación de punta en Estados Unidos –a donde emigró muy joven en busca de su pasión, el estudio del cerebro–, es la cabeza del Instituto Nacional de Abuso de Drogas, en Bethesda (Maryland). Gracias a sus investigaciones, en las que ha invertido 30 años, está logrando cambiar los parámetros: hoy se sabe que los adictos a la marihuana, la cocaína, la heroína y otras drogas legales –así las califica ella–, como el alcohol y el cigarrillo, no lo son por su voluntad: diversas disfunciones de su cerebro no los dejan vencer su adicción. Se los considera enfermos. Y, dice Volkow, quien ha dedicado su vida profesional a estudiar los procesos cerebrales que juegan un rol en la adicción, es bueno que el mundo comience a mirarlos como víctimas, no como viciosos.
“El cerebro humano es mucho más complejo que el de los monos o los ratones, pero estos animales han ayudado a nuestras investigaciones. Descubrimos, por ejemplo, que la dopamina, un neurotransmisor cerebral, juega un rol esencial. Si comer un chocolate o aspirar cocaína por primera vez se siente como un estímulo placentero, el cerebro libera dopamina y activa los centros del placer. Si mañana nos repiten el estímulo, solo con mirar el chocolate o la cocaína sentimos el impulso y la liberación de la dopamina”, explica.
El cerebro, dice la doctora Volkow, crea automáticamente una memoria de liberación de dopamina ante un estímulo placentero. Y con solo volver a sentirlo o presentirlo (mirarlo, por ejemplo), bien sea alcohol, comida, sexo, cigarrillo o heroína, queremos probarlo de nuevo. Se trata de una química no solo del placer, sino también de la motivación humana, de un sistema inserto en el cerebro desde tiempos inmemoriales para perpetuar la especie. Así fue como la evolución aseguró la supervivencia del hombre.
Pero este mecanismo cerebral automático perdió la ruta en algún momento. “Nuestro sistema quiso asegurarse, en el plano evolutivo, de que el ser humano nunca dejara de perpetuarse. Por eso, la comida y el sexo son placenteros –arguye Volkow–. Pero las drogas esclavizaron el sistema y lo desnaturalizaron. Nuestro cerebro no se creó para que consumiéramos drogas, pero estas ‘hackearon’ el sistema y crearon la adicción. Cuando empecé a trabajar, en los 80, se sabía que todas las drogas activaban la dopamina, pero yo me pregunté por qué algunas personas probaban la cocaína y la dejaban, mientras que otras se convertían en adictos. La activación de la dopamina era idéntica en ambas, pero una caía y la otra no. Esta pregunta fue la base de mis investigaciones”.
Obsesionada, la experta se metió de lleno en el estudio del cerebro y sus procesos. Ella intuía que ahí estaba la respuesta a sus interrogantes sobre las adicciones.
“Si la curiosidad mató al gato, yo debería estar muerta. Desde que estudiaba medicina en México, me pregunté por el efecto de las drogas en el cerebro –cuenta–. Un día cayó en mis manos una revista científica que hablaba de imaginología, una tecnología que permitía estudiar el cerebro en personas vivas, algo jamás visto, inédito. Decidí irme a Estados Unidos, al laboratorio nacional de Brookhaven, en Long Island, a trabajar con esta nueva técnica. Ahí comencé mis investigaciones”.
Entonces tenía 23 años. Decenios de labor en Estados Unidos, donde se casó con un físico, le permitieron llegar a su principal hallazgo: Nora Volkow y su equipo de investigadores demostraron que la corteza frontal del cerebro de los adictos a drogas está dañada en distintos grados. Hasta que la mexicana lo dio a conocer –a la fecha ha publicado 600 papers y tres libros–, nadie le había dado importancia a la corteza frontal en las adicciones humanas.
“Hasta entonces, la corteza se reconocía como el área del cerebro donde se gestan el poder de decisión, los juicios y el pensamiento abstracto. Nuestras investigaciones permitieron caracterizar procesos de desajuste cerebral y reconocer que, en los adictos, la corteza frontal –que controla deseos y emociones– estaba afectada”, resume.
Con ese descubrimiento, la científica inauguró una nueva mirada sobre el camino de la adicción.
Obesidad y déficit de atención
“Lo central para nosotros ha sido entender los procesos que conllevan la pérdida de control en los adictos a las drogas. Cuando empecé a investigar, se pensaba que ellos elegían los narcóticos por placer. Yo demostré lo contrario. Al comprender que en todos ellos la corteza frontal del cerebro está dañada en diversos grados –la de un fumador no es igual a la de un heroinómano severo–, llegamos a la conclusión de que este enfermo no tiene la capacidad de controlar sus deseos y emociones. Por eso termina adicto”, agrega esta bisnieta de Trotski, reconocida como “una campeona en la integración de la ciencia a la medicina”, según un experto en drogas de la Universidad de Pensilvania, y como una “científica brillante”, según el director del Instituto de Dependencia Química Rothschild del centro médico Beth Israel, de Nueva York.
La curiosidad de Volkow ha extrapolado su trabajo a otras áreas, como la obesidad y el déficit de atención. Ella descubrió que hay rasgos comunes en obesos y adictos: ni unos ni otros quieren estar donde están, pero no pueden parar de consumir (narcóticos o comida). En los obesos, la corteza frontal tampoco funciona correctamente.
“Así es la ciencia. Un hallazgo puede conducirte a diversas áreas de investigación, y el conocimiento se va expandiendo”, celebra Nora.
Gracias al trabajo de esta neurocientífica y su equipo de investigadores, hoy la ciencia considera que un adicto no es un vicioso, sino un enfermo que necesita ayuda. “Aunque falta mucho, hemos logrado transformaciones. Por ejemplo, las aseguradoras de salud en Estados Unidos ya no pueden rechazar a estas personas”, subraya.
Volkow está logrando que se entienda que la adicción es una enfermedad del cerebro. “Si eres un adolescente que recién prueba una droga, aún puedes elegir. Pero en un adicto esta decisión se vuelve automática. Por eso siempre digo que una adicción es como manejar un auto sin frenos”, sostiene.
Y es aquí donde la herencia cumple un rol. Hay investigaciones que prueban que en la adicción al cigarrillo –que ella no cataloga como menor– la mitad de los casos se debe a causas genéticas. El tema está en estudio.
Mientras hace un alto en el quinto Seminario Internacional sobre los Efectos de la Marihuana, convocado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, se queja: “Ya el mundo no puede negar que la adicción es una enfermedad. En el pasado lo negaban porque nadie había estudiado el cerebro en humanos vivos. Sin embargo, el sistema médico no ha asumido la responsabilidad de los tratamientos y la evaluación de las adicciones. No está pasando como debería”.
En el Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos, que esta científica y psiquiatra dirige desde el 2003, la mitad del millonario presupuesto va a becas de investigación sobre adicciones. En paralelo, ella prosigue su trabajo sobre el cerebro humano, que ha sido su fascinación desde que era una niña que observaba hormigas en su casa de Coyoacán.
“Hoy estudiamos la eficacia de nuestro cerebro para procesar información. También queremos saber cómo lo afectan las drogas, qué tan estable es, cómo cambia durante el día. Esto último me interesa porque el consumo de drogas está totalmente asociado con la hora: casi todos empiezan a consumir tipo 5 o 6 de la tarde. Está probado también en animales”, dice con pasión.
Impensable no preguntarle sobre la legalización de la marihuana en países de América Latina, como Uruguay.
“Si me baso en datos de morbilidad y mortalidad, el mayor efecto en el mundo es el de las drogas legales –responde–. En Estados Unidos, 440.000 personas mueren anualmente por tabaco y otras 100.000, por alcohol. Todas las drogas (ilegales) juntas matan a 40.000 al año. Si me pregunta si los países pueden solventar una tercera droga legal, creo que no”.
MARÍA CRISTINA JURADO
El Mercurio (Chile)