Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤

miércoles, 28 de febrero de 2018

Transformación después de la transición de mi hijo amado



La muerte o transición de un hijo es lo peor que puede pasar a una madre…
La muerte no sigue un orden cronológico, no entiende de edades y algunas personas tenemos que enfrentarnos al desgarro, al dolor tremendo, inmenso que produce perder un hijo. Nadie, creo está preparado para eso.

Después de un golpe así es muy difícil encontrar sentido a la vida.

Cada duelo es personal, no hay una única forma de recorrerlo
Es muy difícil continuar, no sabes a veces por dónde tirar o no quieres seguir o, simplemente, te parezca imposible conseguirlo. Estás tan cansada que te cuesta horrores.

Ahora después de un año y unos meses, de su transición,  siento tanto dolor  como al principio. Pero mi hijo está en mi corazón y tengo momentos de paz. 

El duelo por la muerte de un hijo es largo y tiene muchos altibajos, cuesta mucho volver a la vida. Tratas de vivir por él, por el amor que le profesas. El amor que compartes con tus seres queridos perdura.
Mi perrita es una angelita que comparte mi vida, es amor incondicional. Junto con ella doy paseos por la naturaleza, viendo palomas, mariposas, pájaros, el aroma de las plantas, la tranquilidad del paisaje...

Las cosas no serán como antes, eso no puede ser. Estoy viviendo un cambio tan profundo, una transformación tan dura.

Quiero pensar que después de esta montaña rusa de emociones , de este dolor tan inmenso… llega la paz….porque sé que mi hijo  es mi Ángel de amor y luz y me protege y guía. 

A mí me parece que nadie muere un minuto antes o después de lo pactado, puede ser cierto o no, ¿quién sabe? pero a mí esto me consuela.
Yo creo que hay algo más después de esta vida, hay vida después. 

Me gusta pensar y creer que las vidas cortas pertenecen a seres llenos de Luz que han venido, por Amor, a despertarnos la Conciencia, a romper máscaras, a flexibilizar corazas, a enseñarnos, a través del dolor de su partida, lo esencial. Lo importante.

La vida ahora se reduce a tratar de sentir paz y  encontrar la parte amable y bondadosa de todo, vivir el momento presente, sin grandes expectativas, agradecer la calidez del sol, la brisa, la naturaleza, poder compartir sentimientos y emociones, una vida tranquila. Apreciar la sencillez, hacernos la vida algo más fácil, sin complicarnos en mirar lo que hacen bien o mal los otros. Vivir en paz sin pretender cambiar a nadie. Conectar con algo más grande, con la plenitud y la paz que conlleva aceptarnos como somos.

Creo además en un Poder superior, Fuente o Dios. 
Se que en algún momento mi hijo y yo nos volveremos a encontrar. Mi amor puro y verdadero, mi amado hijo Adrián, mi Ángel de amor y Luz.  Te amo 



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