Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤

miércoles, 28 de febrero de 2018

Abraham-Hicks en español ~ Conoce el secreto de la vida


Líbrate de la resistencia rápidamente ~ Abraham-Hicks en español

Líbrate de la resistencia rápidamente ~ Abraham-Hicks en español Superación personal

Frases de Neale Donald Walsch



Lo que tu corazón piensa es grandioso, grandioso. A lo que le pone énfasis el alma, siempre es lo correcto. Ralph Waldo Emerson dijo esto y estaba en lo cierto. La mente es la última parte tuya a la que debes escuchar. Ella piensa en todo lo que puedes perder. El corazón piensa en todo lo que puedes dar, y el alma piensa en todo lo que eres. Te lo voy a dejar a ti, el decidir cuál de los tres es el más importante…




La vida no tiene nada de espantoso si no te preocupas por los resultados.




Aquello que condenes te condenará y un día serás aquello que juzgas.
El cielo (como lo llamáis) no está en ninguna parte. Y, de estarlo, estaría aquí y ahora.

Decidió ser feliz y encontró el amor



Transformación después de la transición de mi hijo amado



La muerte o transición de un hijo es lo peor que puede pasar a una madre…
La muerte no sigue un orden cronológico, no entiende de edades y algunas personas tenemos que enfrentarnos al desgarro, al dolor tremendo, inmenso que produce perder un hijo. Nadie, creo está preparado para eso.

Después de un golpe así es muy difícil encontrar sentido a la vida.

Cada duelo es personal, no hay una única forma de recorrerlo
Es muy difícil continuar, no sabes a veces por dónde tirar o no quieres seguir o, simplemente, te parezca imposible conseguirlo. Estás tan cansada que te cuesta horrores.

Ahora después de un año y unos meses, de su transición,  siento tanto dolor  como al principio. Pero mi hijo está en mi corazón y tengo momentos de paz. 

El duelo por la muerte de un hijo es largo y tiene muchos altibajos, cuesta mucho volver a la vida. Tratas de vivir por él, por el amor que le profesas. El amor que compartes con tus seres queridos perdura.
Mi perrita es una angelita que comparte mi vida, es amor incondicional. Junto con ella doy paseos por la naturaleza, viendo palomas, mariposas, pájaros, el aroma de las plantas, la tranquilidad del paisaje...

Las cosas no serán como antes, eso no puede ser. Estoy viviendo un cambio tan profundo, una transformación tan dura.

Quiero pensar que después de esta montaña rusa de emociones , de este dolor tan inmenso… llega la paz….porque sé que mi hijo  es mi Ángel de amor y luz y me protege y guía. 

A mí me parece que nadie muere un minuto antes o después de lo pactado, puede ser cierto o no, ¿quién sabe? pero a mí esto me consuela.
Yo creo que hay algo más después de esta vida, hay vida después. 

Me gusta pensar y creer que las vidas cortas pertenecen a seres llenos de Luz que han venido, por Amor, a despertarnos la Conciencia, a romper máscaras, a flexibilizar corazas, a enseñarnos, a través del dolor de su partida, lo esencial. Lo importante.

La vida ahora se reduce a tratar de sentir paz y  encontrar la parte amable y bondadosa de todo, vivir el momento presente, sin grandes expectativas, agradecer la calidez del sol, la brisa, la naturaleza, poder compartir sentimientos y emociones, una vida tranquila. Apreciar la sencillez, hacernos la vida algo más fácil, sin complicarnos en mirar lo que hacen bien o mal los otros. Vivir en paz sin pretender cambiar a nadie. Conectar con algo más grande, con la plenitud y la paz que conlleva aceptarnos como somos.

Creo además en un Poder superior, Fuente o Dios. 
Se que en algún momento mi hijo y yo nos volveremos a encontrar. Mi amor puro y verdadero, mi amado hijo Adrián, mi Ángel de amor y Luz.  Te amo 



Traumas en la infancia

Abraham Hicks en español Tuvo traumas en la infancia y se Alineaba con drogas

https://www.youtube.com/watch?v=FkWEozMpnFk

La solución a tus problemas: relaciones, política, etc


Abraham-Hicks en español autoayuda práctica

Gratis descarga audio MP3 optimizado y transcripción completa: http://www.tuvidaahora.com/?p=9213

Lo más significativo que queremos decir es que hay esta creencia muy común a la que le sigue vivencias que va más o menos así:  hay estas condiciones que acepto no puedo cambiar, pero tampoco las puedo aceptar como son.  Así que estoy varada, pues no puedo cambiarlas, ni tampoco aceptarlas. Por lo tanto ¿estoy condenada a sentirme mal si les presto atención?  Y te decimos, pues sí.  Pues sí.

Porque si no las puedes cambiar y crees que tienes que cambiarlas para poder sentirte bien, pues no tienes para dónde ir.  Y es lo que nosotros estamos llamando, y quizás otros también, sería el título perfecto: vivir condicionalmente. Si veo esta condición, la cual apruebo, y al prestarle mi atención me siento bien.  Y luego veo esta condición, la cual no apruebo, no me gusta, y cuando la miro me siento mal. Pues podemos ver cómo podrías pensar lógicamente, si pudiese hacer esa condición más como aquella condición.  Si pudiese controlar las condiciones, me sentiría mejor.

Es eso lo que va mal en tu arena política, o en muchos de los conflictos alrededor del mundo.  La gente tiene esta premisa errada de que no solo tienen que cambiar las condiciones para sentirse mejor, pero que no las pueden cambiar.  Así, van acumulando muchedumbres cada vez más grandes, con cada vez mayores recursos.  Tiran bombas cada vez más grandes, por así decirlo, para tratar de controlar.

Pero lo que la ley de la atracción dice es, lo que sea que le prestes tu atención, se hace más. Es por eso que damos la analogía de poner el motor en el tren de tu deseo. Pon el motor en el tren de lo que observas.

Entonces, quiero esto pero tengo esto, pero preferiría esto otro, pero no lo puedo tener, tengo esto, pero realmente quiero esto.  Y así te pones en este estado de tensión, y ese es el problema. Es el que tú no vas con tu propia corriente es el problema, pero le echas la culpa a las condiciones que no puedes cambiar.

No es la condición que no puedes cambiar la razón de la contradicción en tu energía. La razón es que has puesto los motores en el lado contrario. Así que queremos decirle a quien lleva una muy mala relación con alguien.  Quieres echarle la culpa a ella o a él. No es esa persona el problema, es tu atención en la persona.  Mejor dicho, es tu falta de atención a tu deseo, es tu atención a lo que no quieres que está dividiendo tu propia energía.
Pues una vez que le tomes el hilo a todo esto, le podrías decir a la gente que te está dando la mayor inquietud, o la mayor incomodidad; le podrías decir, no tienes que cambiar nada por mi, pues yo puedo prestarle mi atención a un montón de cosas que me hacen sentir mejor.  Ahora, es más difícil si es alguien con quien vives, es más difícil si es alguien muy cercano a ti. A menudo, si estás enfocado en tu deseo, pese a que llevas eso. Si estás enfocado en lo que quieres, pese a que llevas eso.  El hecho que llevas eso es  realmente lo que causa que lances tantos cohetes de deseos:  Quisiera más libertad. Quisiera más comodidad. Quisiera menos atención negativa sobre mi. Quisiera más atención positiva. Me gustaría sentirme mejor. O sea, todo esto causa que tu vórtice crezca, por lo tanto consigues mayor atención sobre lo que si deseas.  Luego,  haces un buen trabajo en pensar sobre lo que si quieres. Piensas cada vez menos en lo que no quieres.  Eres predominantemente un igual vibratorio de tu vórtice.  Lo que sucede es que la ley de la atracción en su armonía causa que vayas por aquí y a la otra persona que vaya por allá.
A veces piensas que la armonía es juntar a todos los renegados.  Voy a juntar a todos los que no están de acuerdo conmigo. Es eso lo que está mal con la política. Tengo que conseguir que todos quienes no están de acuerdo conmigo se pongan de acuerdo conmigo.  Pues no tienes que tener a nadie de acuerdo contigo para conseguir tus deseos. Solo tú tienes que estar de acuerdo contigo.  Tú tienes que estar de acuerdo contigo.  Así que es tu atención en quienes no están de acuerdo contigo que causa que tú no estés de acuerdo contigo, porque tu atención no está sobre lo que tú acordaste, tú atención está en que ellos no se ponen de acuerdo contigo, o en lo que tú no estás poniéndote de acuerdo.  

¿Ves cómo funciona?
¿Si?
Creemos que en lugar de llamarse Facebook se debería llamar Nosebook.
[Risas]

Pues esa es la base.  Ese es el meollo.  Esa es la ley. Pero toma práctica ¿no? Porque la mayoría de ustedes han sido entrenados, especialmente por sus madres, a que les importe lo que ellos piensan. Y ellos han pasado casi todas sus vidas, casi todo el mundo que conoces, están tratando de hacer que estés de acuerdo con ellos porque la mayoría vive vidas condicionales. Se sienten mejor cuando te pones de acuerdo con ellos. Y si tú cometes el error de expresar algún desacuerdo, ellos se afanan por hacerte comprender la falla en tu razonamiento. Ellos necesitan que estés de acuerdo.
Es una vida tan dura cuando necesitas que alguien te dé la razón cuando es muy probable que no te la dé. Buscas amor en todos los lugares equivocados. Buscas acuerdo en todos los lugares equivocados. Búscalo dentro de ti. ¿Lo ves?


Abraham-Hicks ~ Acerca de la adolescencia (español)


Abraham Hicks subtitulado al español: Elegimos a nuestros padres?


Cómo ayudar a la familia tras una muerte traumatica

El dolor que experimenta una familia tras la muerte de uno de sus miembros se incrementa hasta niveles casi insoportables cuando ésta se ha producido por un suicidio. Las muertes violentas, y en particular el suicidio, son las más difíciles de aceptar. Se buscan explicaciones, se pretende encontrar culpables, no se sabe cómo mitigar una angustia que se muestra aturdidora.
El efecto del suicidio en la familia constituye una tragedia devastadora que provoca serios destrozos en la vida de los sobrevivientes, introduciéndoles en un duelo, por regla general, muy traumatizante y prolongado. Sobre todo en el caso de las madres, al tener más interiorizado su papel tradicional de cuidadoras, encuentran muchas dificultades para entender que sus desvelos, sus cuidados, sus intentos de protección y sus esfuerzos de contención hayan sido ineficaces a la hora de evitar la tragedia.

Por otra parte, la mayoría de las familias viven el suicidio como un verdadero estigma que les llena de vergüenza y que no les es fácil sobrellevar. Y esto parece ser así incluso aunque desde el entorno se evite todo señalamiento negativo y se les trasmita todo el apoyo posible. Así, en ocasiones, se busca enmascarar una realidad extremadamente dolorosa y se fabrica un verdadero tabú respecto a lo que en verdad le ocurrió a la víctima, ocultando la causa real de la muerte. No deja de ser una forma de protección de algo que no se quiere aceptar porque resulta más amenazante de lo que uno está dispuesto o capacitado para soportar.

Aquel terapeuta que pretenda ayudar a la familia para superar de manera adecuada el proceso de duelo por un suicidio necesita manejar una serie de pautas terapéuticas para facilitar la evolución psicológica de los familiares en las diversas etapas y evitar así la aparición de duelos patológicos.
Pero conviene entender que no existen panaceas ni remedios infalibles. Cada ser humano es distinto y reacciona ante un mismo evento de manera original. Y, por otra parte, es evidente que el impacto no será el mismo para los hijos del suicida que para sus hermanos, padres o pareja.

Algunos principios generales de intervención inmediata en los casos de suicidio serían los siguientes:

1.- Acompañar a la familia en algunas tareas fundamentales:
  • Reconocimiento compartido de la realidad de la muerte y del modo como ésta se produjo (confrontación directa, ritos funerarios, visitas a la tumba…)
  • Experiencia compartida del dolor y la pena. Será preciso captar, comprender y respetar la expresión de sentimientos complejos y contradictorios (ira, decepción, desamparo, alivio, culpa…) presentes, en mayor o menor grado, en las relaciones familiares tras haberse producido el hecho luctuoso.
  • Reorganizar el sistema familiar reestructurando las relaciones para compensar la pérdida.
  • Abrirse a nuevas relaciones y vivir abiertos a nuevas metas en la vida. En el proceso de duelo (un año o dos como mínimo) cada estación, cada fiesta o acontecimiento evoca la pérdida. Habrá que evitar que la idealización del muerto, la sensación de deslealtad o el miedo a otras pérdidas impida contraer nuevos vínculos o empuje a abandonar compromisos.
2.- Trabajar para atemperar el sistema impulsivo y preparar a los más jóvenes para que sean capaces de tolerar las inevitables frustraciones que acompañan a toda vida humana. Es importante ayudarles a entender que el sufrimiento, el fracaso en el logro de objetivos, las contrariedades y los conflictos son experiencias dolorosas con las que es preciso contar. Deben, por lo tanto, ser integradas como componentes inevitables de la vida y pueden ser manejadas de forma constructiva sin dejarse arrastrar por los senderos sombríos de la autoaniquilación.


3.- Ayudar a la familia para que comprenda que el suicidio estuvo relacionado con la enfermedad y no con fallos en los que, inevitablemente, ellos hubieran podido incurrir. Parece que explicar la muerte por suicidio como un síntoma de una enfermedad mental puede disminuir el riesgo de la imitación, mecanismo que, según se ha comprobado, puede inducir a algún otro miembro de la unidad familiar a seguir el mismo camino que el suicida.
4.- Separar la forma de la muerte del muerto mismo. J. Montoya Carrasquilla subraya que en la muerte por suicidio es preciso separar la forma de la muerte del muerto mismo; hay que rescatar al occiso de la forma en que ha muerto, diferenciar su vida del modo de morir. Conviene hacer esa distinción para que se produzca el proceso de sanación. Es preciso hacer aflorar el convencimiento de que lo que realmente importa no es la manera como murió el ser querido, sino el hecho de que ya no está. Por lo tanto el trabajo terapéutico de recuperación y de duelo debe hacerse por su ausencia y no por su modo de morir.
5.- Conocer la estructura global de la familia y la posición funcional de la persona que muere. Si eso es importante, en general, para todo aquel que pretende ayudar a una familia, y fundamental para quien se propone hacerlo con quienes han perdido uno de sus miembros, se convierte en imprescindible cuando el muerto lo es por suicidio. Pretender tratar todas muertes del mismo modo constituye un craso error. Fundamentalmente porque no basta con orientar la ayuda, de acuerdo a nociones corrientes de duelo, a la expresión abierta del dolor. Es preciso conocer el modelo de relación que utiliza la familia, su grado de cohesión, el tipo de comunicación más o menos sano que mantienen entre sí sus integrantes y que mantenían con el difunto, el papel más o menos relevante que éste desempeñaba, su posible función como mantenedor homeostático de la estructura familiar, etc., etc…
6.- Ayudar a vencer los mecanismos de negación. Es importante también que el terapeuta tenga un buen control de su propia emotividad y acompañe a la familia para que ésta vaya logando superar sus naturales mecanismos de negación. Parece conveniente (Bowen) no rehusar términos directos como “muerte”, “morir”, “enterrar” o “suicidio”, evitando otros menos directos como “el que se fue”, “el que ya no está”… La utilización de expresiones claras sirven para señalar que se es capaz de hablar con naturalidad de este tema por más doloroso que resulte y ayuda a los demás a sentirse cómodos y a abrir sistemas emocionales cerrados. Los vocablos alusivos pretenden suavizar la realidad de una muerte traumática, pero contribuyen a la confusión y a no enfrentarse a una dolorosa realidad que no deja de existir por más que se pretenda edulcorarla o enmascararla.
7.- Facilitar la expresión de los sentimientos. Una acción terapéutica fundamental es permitir la expresión del dolor estimulando sus manifestaciones sobre todo en aquellos familiares que tratan de mantener un control excesivo sobre sus emociones.
8.- Priorizar el duelo. En el trabajo con familias que deben abordar duelos difíciles es importante ayudarles a “priorizar el duelo”, algo así como “establecer una jerarquía de dolientes” que impida la usurpación del dolor por parte de familiares que, no siendo los más afectados, tienden, debido a su peculiar personalidad, a comportarse como si fueran los que más sufren restando protagonismo y atención a quienes verdaderamente más la necesitan. Habrá que hacer un trabajo de contención de las personalidades histriónicas que, como se dice popularmente, desearían ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro. Es importante lograr la solidaridad de toda la familia para que brinde su apoyo emocional al “doliente priorizado” (padre, madre, esposo/a, hijos…) incrementando así sus actitudes altruistas y su disposición de acompañamiento a quien realmente es más menesteroso.

9.- Adquiere una especial importancia el apoyo a la familia respecto al manejo que ésta debe hacer de los sentimientos de culpabilidad. A este respecto convendría tener en cuenta:
  • Que la culpa es una fase habitual por la que pasan todos cuantos pierden un ser querido. Es conveniente ‘normalizar’ este sentimiento y vivir como algo natural el hecho de preguntarse qué se hizo mal o qué se dejó de hacer bien.
  • Que, aunque se produjo en ese determinado momento, el suicidio pudo también haber ocurrido antes y si realmente no sucedió así en ello tuvieron mucho que ver los desvelos y los cuidados que generosamente brindó en su momento la familia. Es este un aspecto que conviene destacar.
  • Que si el propio suicida jamás deseó padecer la enfermedad que le llevó a la muerte, tampoco tiene ninguna lógica cargar sobre las espaldas de la familia, del médico, del psicólogo o del psiquiatra una decisión que ni desearon, ni alentaron.



La familia tendrá que entender que no era fácil, ni posible evitar lo que finalmente sucedió. El ser humano acaba haciendo lo que desea y nadie se lo puede impedir. No es razonable vivir encadenado al otro para evitar una posible tragedia. La vida en esas condiciones no tendría sentido y el simple planteamiento de una situación de esa naturaleza resulta absolutamente absurdo. Además nadie puede hacerse responsable, de forma definitiva, de la vida de otro salvo que se trate de un niño o de un demente y ello con matices y aceptando que, incluso en esos casos, hay circunstancias que escapan a nuestro control y no son, por tanto, previsibles.
Es igualmente imprescindible tener en cuenta un contexto más amplio que el de la propia familia. Es éste un principio desculpabilizador que permite entender, por una parte, que toda persona es libre y responsable de sus actos y, por otra, que la matriz social en la que una persona toma sus decisiones no está constituida exclusivamente por el entorno familiar.
Será también fundamental trabajar todo lo referente al complejo mundo de los límites que las familias muy aglutinadas o fusionadas tienden peligrosamente a diluir. Eso facilitará la comprensión de un “sí-mismo” independiente y la responsabilidad de cada uno frente a ese “sí-mismo”. Habrá que aprender a aceptar que cada uno es dueño de su propio destino y señor de sus propias decisiones. Por lo tanto, el amor y la proximidad afectiva no implican que uno deba sentirse corresponsable, y mucho menos culpable, de las conductas que uno desaprueba en aquellos a quienes ama.
Un último recurso sería procurar que el culpabilizado caiga en la cuenta de que él no le inculcó, en ningún caso, la idea suicida, ni le facilitó los medios para ejecutar el suicidio, sino que, por el contrario, se esforzó por modificar su manera de ser, le aconsejó lo mejor que pudo y sufrió y padeció a causa del carácter difícil del difunto.



10.- Señalar, finalmente, como algo importante la necesidad de dar tiempo al tiempo.Es tarea fundamental del terapeuta trasmitir serenidad. Los procesos de duelo no pueden ni ahorrarse, ni precipitarse porque cuando se cierran en falso se convierten en fuente de patologías. La familia tendrá que comprender que no existe receta mágica que pueda liberarle del dolor de la separación, máxime cuando ésta ha sobrevenido de forma inesperada y violenta. Habrá que confiar en el valor analgésico del paso del tiempo y en sus efectos terapéuticos.
J. J. RUIZ
Terapeuta familiar
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 Fuente: http://www.cuidatusaludemocional.com/suicidio.html

martes, 27 de febrero de 2018

Abraham Hicks- Adolescentes y drogas



Neale Donald Walsch -Frases




La felicidad es permitirte estar bien con lo que es, en vez de desear y clamar por lo que no es. Obviamente lo que es, es lo que se supone que debe de ser, o no sería. El resto eres simplemente tú discutiendo con la vida.

Alguien te está brindando amor hoy, esperando de todo corazón que lo recibas. Has pedido que alguien te ame en este momento, y Dios ha respondido a tus oraciones. Mira. Escucha. Esa persona está exactamente en tu mundo. Abre la puerta para que puedan entrar. Te prometo que no estoy inventando esto. Alguien te está amando justamente ahora. Mira. Escucha. Déjalo entrar. Allí está, lo dije dos veces. Dios quería asegurarse de que realmente lo recibieras.

El progreso no se mide en millas, se mide en pulgadas. No te preguntes porqué las cosas se tardan tanto. De hecho, todo está desenvolviéndose exactamente como es necesario, utilizando ni un minuto más de lo que la perfección necesita. Descansa y permanece en paz. La vida está haciendo su magia aún en el momento en el que tomas tu siguiente respiración. Allí. ¿Lo ves? Ya casi podías sentir la perfección, verdad…


Abraham-Hicks- ¿quien es?

 



Abraham-Hicks es considerado por muchos como el mejor maestro de espiritualidad en el mundo actual, aunque el propio “Abraham” no es una persona, es una consciencia o espíritu, y Esther Hicks es el “medium” que expresa su mensaje.  Esther prefiere describir a Abraham como un grupo de “entes no-físicos” o una “conciencia colectiva” comunicándose a través de ella.
El mensaje básico que Abraham canaliza a través de Esther es el de felicidad, amor, bienestar y abundancia. Desde luego, todas sus enseñanzas son profundamente espirituales, y están basadas en la ahora famosa ley de la atracción.

Sinceramente el escuchar quien era Abraham nos pareció muy extraño al comienzo. Pero dejando de lado esa introducción por un momento, y concentrándonos en la esencia de sus enseñanzas, descubrimos que el mensaje de Abraham es verdaderamente transformador y edificante. Esther Hicks es una gran “canalizadora” y Abraham es un gran maestro e inspirador.

Esther recorre los Estados Unidos y el mundo, ofreciendo talleres y seminarios donde centenares de participantes dirigen preguntas triviales y profundas a Abraham. Abraham responde siempre fiel a su naturaleza de “amor infinito”, como lo calificó alguna vez Jerry Hicks.

Desde 1987 la estadounidense Esther Hicks, y su (ahora difunto) esposo Jerry Hicks, han visitado 60 ciudades por año presentando los talleres de la Ley de la Atracción bajo el membrete de las “Publicaciones Abraham-Hicks”.  Enormes números de personas han descubierto, compartido y puesto en práctica las “Enseñanzas de Abraham”, quien imparte el mensaje de vivir en alegría y bienestar y el de crear la vida que tú deseas. Para algunos esto es auto-ayuda o respuestas a las preguntas más grandes de la vida. Para otros, es simplemente una manera de sentirse bien y dejar que el universo provea todo lo que deseas.


Reseña de las Enseñanzas de Abraham-Hicks


Tú eres una extensión física de lo que es no-físico.

Estás aquí en este cuerpo porque elegiste estar aquí.

La base de tu vida es la libertad, el propósito de tu vida es la felicidad.

Eres un creador y creas con cada uno de tus pensamientos.

Cualquier cosa que imagines puedes llegar a ser, hacer o tener.

Mientras vas eligiendo tus pensamientos, tus emociones son tu guía.

El Universo te adora pues conoce tus más amplias intenciones.

Relájate en tu bienestar natural, todo está bien, (en serio, ¡todo está bien!)

Eres el creador de rutas de pensamientos de tu sendero único de felicidad.

Las acciones a tomarse y las posesiones a intercambiarse son consecuencia de tu enfoque en la felicidad.

Puedes marcharte apropiadamente de tu cuerpo sin enfermedad o dolor.

No puedes morir, eres vida eterna.

Elisabeth Kübler Ross : Sobre La Muerte y Los Moribundos :



Elisabeth Kübler Ross : Sobre La Muerte y Los Moribundos : Parte 1.

Cómo hacer desaparecer tus problemas- ABRAHAM-HICKS


Cómo hacer desaparecer tus problemas ABRAHAM-HICKS ~ El Universo Superación personal y motivación

Qué hacer cada mañana al despertar ~ Abraham-Hicks español

lunes, 26 de febrero de 2018

Conversaciones con Dios libro 3, extracto


En realidad, la vida es eterna, ¿no es así?
Lo es con toda seguridad.
No tiene final.
No lo tiene.
La reencarnación es un hecho.
Lo es. Puedes regresar a tu forma mortal, esto es, una forma física que puede “morir”, siempre y cuando lo desees.
¿Decidimos cuando deseamos regresar?
“Sí” y “cuando”, sí.
¿Decidimos también cuando deseamos partir?  ¿Elegimos cuando deseamos morir?
Ninguna experiencia se impone a ningún alma contra su voluntad. Por definición, esto no es posible, puesto que el alma crea cada experiencia.
El alma no desea nada. El alma lo tiene todo. Toda la sabiduría, todo el conocimiento, todo el poder y toda la gloria. El alma es la parte de Ti que nunca duerme, que nunca olvida.
¿ El alma desea que el cuerpo muera ?  No. El deseo del alma es que tú nunca mueras. Sin embargo, el alma dejará el cuerpo, cambiará su forma corporal, dejando atrás casi todo el cuerpo material, de un momento a otro, cuando no vea el propósito de permanecer en esa forma.
Si es el deseo del alma que nunca muramos, ¿por qué morimos?
No mueren simplemente, cambian de forma.
Si el deseo del alma es que nunca hagamos eso, ¿por qué lo hacemos ?
¡Ése no es el deseo del alma!
¡Ustedes son “cambiadores de forma”!
Cuando ya no tiene ninguna utilidad permanecer en una forma particular, el alma cambia de forma, deseosamente, voluntariamente, alegremente, y se mueve en la Rueda Cósmica.
¿Alegremente?
Con gran alegría.
¿Ningún alma lamenta morir ?
Ningún alma muere... jamás.
Me refiero a que, ¿ningún alma siente pesar porque su forma física actual esté cambiando, porque esté a punto de “morir”?
El cuerpo nunca “muere”, simplemente cambia de forma con el alma. Sin embargo, comprendo a lo que te refieres y por el momento, utilizo el vocabulario que ustedes han establecido.
Si tienen una comprensión clara de lo que desean crear, en relación con lo que eligieron llamar la otra vida o si tienen un conjunto claro de creencias que apoye la experiencia después de la muerte de reunirse con Dios, entonces, no, el alma nunca lamenta lo que ustedes llaman muerte.
La muerte en ese caso es un momento glorioso; una experiencia maravillosa. El alma puede ahora volver a su forma natural, a su estado normal. Hay una ligereza increíble; una sensación de libertad total; ninguna limitación y un conocimiento de la Unidad que de inmediato es dichosa y sublime.
No e posible que el alma lamente tal cambio.
Entonces, ¿estás diciendo que la muerte es una experiencia feliz?
Sí, siempre, para el alma que desea que lo sea.
Si el alma desea tanto estar fuera del cuerpo, ¿por qué no lo deja simplemente?  
¿Por qué espera?
No dije que el alma “desea estar fuera del cuerpo”, dije que el alma se alegra cuando está afuera. Son dos cosas diferentes.
Puedes estar feliz haciendo una cosa y feliz haciendo otra. El hecho de que té alegre hacer la segunda, no significa que eres infeliz haciendo la primera.
El alma no es infeliz al estar con el cuerpo. Por el contrario, al alma le agrada estar en tu forma actual. Eso no excluye la posibilidad de que el alma pudiera sentirse igualmente contenta si se desconectara del cuerpo.
Es obvio que hay mucho acerca de la muerte que yo no comprendo.
Sí y esto es porque no te gusta pensar en ella. Sin embargo, debes contemplar la muerte y la pérdida en el instante en que percibas cualquier momento de vida o no habrás percibido la vida, sino que sólo habrás conocido la mitad de ésta.
Cada momento termina en el instante en que empieza. Si no comprendes esto, no comprenderás lo exquisito que hay en esto y no llamarás común al momento.
Cada interacción “empieza para terminar” en el instante en que “comienza a empezar”. Sólo cuando hayas contemplado y comprendido profundamente esto, se abrirá ante ti el tesoro total de cada momento y de la vida en sí.
La vida no puede darse a ti, si no comprendes la muerte. Debes hacer algo más que comprenderla. Debes amarla, incluso como amas la vida.
Tu tiempo con cada persona se glorificará, si piensas que fue tu último momento con esa persona. Tu experiencia de cada momento mejorará sin medida, si piensas que fue ese último momento. Tu negativa a contemplar tu propia muerte conduce a tu negativa a contemplar tu propia vida.
No la ves como es. Pierdes el momento y todo lo que éste tiene para ti. Miras al pasarlo, en lugar de ver a través de él.
Cuando observas algo con detenimiento, ves a través de eso. Contemplar una cosa con detenimiento es ver a través de ella. Entonces, la ilusión deja de existir. Entonces ves una cosa como lo que realmente es. Sólo entonces puedes disfrutarla en verdad, esto es, darle alegría. (“Disfrutar” es hacer que algo sea alegre.)
Incluso, puedes disfrutar la ilusión entonces, ¡ porque sabrás que es una ilusión y que es la mitad del disfrute !  Es el hecho de que pienses que es real lo que te causa todo el dolor.
Nada es doloroso, si comprendes que no es real. Permite que repita esto.
Nada es doloroso, si comprendes que no es real.
Es como una película, un drama, actuado en el escenario de tu mente. Estas creando la situación y a los personajes. Estás escribiendo las líneas.
Nada es doloroso en el momento que comprendes que nada es real.
Esto es tan cierto como la muerte y como la vida.
Cuando comprendes que la muerte es también una ilusión, entonces, podrás decir: “Oh, muerte, ¿ dónde está tu desenlace ?”
¡ Puedes incluso disfrutar la muerte !  Puedes incluso disfrutar la muerte de otra persona.
¿ Eso parece extraño ?  ¿ Parece una cosa extraña para decirla ?
Sólo si no comprendes la muerte y la vida.
La muerte nunca es un final, sino que siempre es un principio. Una muerte es una puerta que se abre, no una puerta que se cierra.
Cuando comprendas que la vida es eterna, comprenderás que la muerte es tu ilusión, que te mantiene muy preocupado y, por lo tanto, te ayuda a creer que eres tu cuerpo. Sin embargo, no eres tu cuerpo y, por lo tanto, la destrucción de tu cuerpo no te preocupa.
La muerte debería enseñarte lo que es real en la vida. La vida te enseña que lo que es inevitable no es la muerte, sino lo transitorio.
Lo transitorio es la única verdad.
Nada es permanente. Todo está cambiando, en cada instante, en cada momento.
No podría haber nada permanente, porque incluso el concepto de permanencia depende de lo transitorio para tener algún significado. Por lo tanto, incluso la permanencia es transitoria. Observa esto con detenimiento. Contempla esta verdad. Compréndela y comprenderás a Dios.
Éste es el Dharma, éste es el Buda. Éste es el Dharma Buda. Ésta es la enseñanza y el maestro. Ésta es la lección y el maestro. Éste es el objeto y el observador, convertidos en uno.
Nunca han sido otra cosa que Uno. Eres tu quién los ha separado, para que tu vida pudiera desplegarse ante ti.
Sin embargo, al observar tu propia vida desplegarse ante ti, tú no te despliegas. ¡ Manténte junto a tu Yo !  ¡ Ve la ilusión !  ¡ Disfrútala” !  No obstante, ¡ no te conviertas en ella !
No eres la ilusión, sino el creador de ésta.
Estás en este mundo. No eres de él.
Utiliza tu ilusión de la muerte. ¡ Utilízala !  Permita que sea la llave que abra hacia más vida.
Si ves la flor como si muriera, la veras con tristeza. No obstante, si ves la flor como parte de un árbol completo que está cambiando y que pronto dará frutos, verás la verdadera belleza de la flor. Cuando comprendas que el florecer y marchitar de la flor es una señal de que el árbol está listo para dar frutos, entonces comprenderás la vida.
Observa esto con detenimiento y verás que la vida está en su propia metáfora.
Recuerda siempre que no eres la flor, que ni siquiera eres el fruto. Eres el árbol y tus raíces son profundas, fijadas en Mí. Soy la tierra de la cual brotaste y tus flores y frutos regresarán a Mí, creando tierra más rica. Así, la vida engendra vida y no puede conocer la muerte jamás.
Eso es muy Hermoso. Es muy hermoso. Gracias. ¿Podrías hablarme ahora sobre algo que me preocupa?  Necesito hablar sobre el suicidio. ¿Por qué existe ese tabú en contra de terminar con la propia vida?
En realidad, ¿por qué está allí?
¿Quieres decir que no es malo suicidarse?
No puedo responder esta pregunta a satisfacción tuya, porque en sí contiene dos conceptos falsos; se basa en dos suposiciones falsas; contiene dos errores.
La primera suposición falsa es que existe el “bien” y el “mal”. La segunda suposición falsa es que es posible matar. Por lo tanto, tu pregunta en sí se desintegra en el momento en que se divide.
El “bien” y el “mal” son polaridades filosóficas en el sistema de valor humano, que no tienen nada que ver con la realidad final (un punto que he explicado repetidas veces en este diálogo). Más aún, ni siquiera hay bases constantes dentro de su propio sistema, sino valores que continúan cambiando de vez en cuando.
Ustedes hacen el cambio, cambian su mente respecto a estos valores, según su conveniencia (lo que es correcto que hagan, como seres en evolución); sin embargo, en cada paso a lo largo del camino insisten en que no han hecho esto y que son sus valores incambiables los que forman los cimientos de la integridad de su sociedad. Por lo tanto, han construido su sociedad sobre una paradoja. Continúan cambiando sus valores, mientras proclaman que ¡ son valores incambiables los que... valoran !
La respuesta a los problemas presentados por esta paradoja no es arrojar agua fría sobre la arena, en un intento de convertirla en concreto, sino celebrar el cambio de la arena. Celebrar su belleza, mientras conserva la forma de su castillo, pero celebrar también la nueva forma y apariencia que toma cuando sube la marea.
Celebren las arenas que cambian cuando forman las nuevas montañas que escalarán y en la cima de las cuales y con las cuales construirán nuevos castillos. Sin embargo, comprendan que estas montañas y estos castillos son momentos para cambiar, no para permanecer.
Glorifiquen lo que son hoy, más no condenen lo que fueron ayer, no eviten lo que puedan llegar a ser mañana.
Comprendan que “bien” y “mal” son invenciones de su imaginación y que “correcto” e “incorrecto” son sólo anuncios de sus últimas preferencias e imaginaciones.
Por ejemplo, respecto al asunto de suicidarse, es la imaginación actual de la mayoría de la gente en su planeta la que dicta que “no es correcto” hacer eso.
De manera similar, muchos de ustedes aún insisten en que no es correcto ayudar a una persona que desea terminar con su vida.
En ambos casos dicen que esto debe ser “contra la ley”. Es probable que hayan llegado a esta conclusión porque la terminación de la vida ocurre relativamente rápido. Las acciones que terminan con la vida durante un período más prolongado no son contra la ley, a pesar de que logran el mismo resultado.
Así, si una persona en su sociedad se suicida con una pistola, los miembros de su familia pierden los beneficios del seguro. Si se suicida con cigarros, no los pierden.
Si un médico los ayuda a suicidarse, lo llaman asesino, mientras que si una compañía tabacalera lo hace, lo llaman comercio.
Con ustedes parece que sólo es cuestión de tiempo. La legalidad de la autodestrucción, lo “correcto” o “incorrecto” de esto, parece tener mucho que ver con la rapidez con que se lleve a cabo la acción, así como quién la ejecuta. Mientras más rápida es la muerte, más “errónea” parece ser. Mientras más lenta es la muerte, se acerca más a lo “correcto”.
En forma interesante, esto es exactamente lo opuesto a lo que una sociedad verdaderamente humana concluiría. De acuerdo con cualquier definición razonable de lo que llaman “humano”, mientras más pronto sea la muerte, mejor. No obstante, su sociedad castiga a aquellos que intentan hacer lo que es humano y recompensan a aquellos que hacen lo que no es cuerdo.
No es cuerdo pensar que lo que Dios desea es el sufrimiento continuo y que un final humano rápido a ese sufrimiento es “malo”.
“Castigan lo humano y recompensan lo demente”.
Éste es un lema que sólo una sociedad de seres con comprensión limitada podría aceptar.
Envenenan su sistema inhalando carcinógenos, envenenan su sistema ingiriendo comida tratada con sustancias químicas que a la larga los matarán y envenenan su sistema respirando el aire que continuamente contaminan. Envenenan su sistema en cien formas diferentes a través de mil momentos diferentes y hacen esto sabiendo que estas sustancias no son buenas para ustedes. Sin embargo, debido a que tardan mucho tiempo para matarlos, se suicidan con impunidad.
Si se envenenan con algo que funciona con mayor rapidez, se dice que hicieron algo contra la ley moral.
Les diré esto: No es más inmoral matarse rápidamente que matarse lentamente.
Por lo tanto, ¿una persona que termina con su propia vida, no la castiga Dios?
Yo no castigo. Yo amo.
¿Qué hay entonces acerca de la afirmación que se escucha con frecuencia acerca de que aquellos que piensan que van a “escapar” de su predicamento o que van a terminar su condición, con el suicidio sólo descubren que están enfrentando el mismo predicamento o condición en la otra vida y, por este motivo, no escaparon ni terminaron con nada?
Su experiencia que ustedes llaman vida después de la muerte es un reflejo de su consciencia, en el momento en que entran en ésta. Sin embargo, siempre son seres con libre albedrío y pueden alterar su experiencia cuando lo decidan.
Entonces, ¿los seres queridos que terminaron con su vida física se encuentran bien?
Sí. Están muy bien.
Hay un libro maravilloso sobre este tema, llamado Stephen lives, de Anne Puryear. Trata de su hijo, quien se suicidó cuando era adolescente. A muchas personas les ha sido útil.
Anne Puryear es una mensajera maravillosa, al igual que su hijo.
Entonces, ¿puedes recomendar este libro ?
Es un libro importante. Dice más sobre este tema, de lo que estamos diciendo aquí y aquellos que tienen heridas profundas o acontecimientos alrededor de la experiencia de un ser amado que se quitó la vida estarán abiertos a la curación a través de este libro.
Es triste que tengamos heridas o asuntos profundos, aunque creo que gran parte de esto es resultado de lo que nuestra sociedad nos “ha dicho” sobre el suicidio.

En su sociedad, a menudo no ven las contradicciones de sus propias construcciones morales. La contradicción entre hacer cosas que saben perfectamente que van a acortar su vida, pero las hacen con lentitud y hacer cosas que acortarán su vida con rapidez, es una de las más intensas en la experiencia humana.
Neale Donald Walsch